Anorexia y Bulimia
Para muchas mujeres, comer no solo significa saciar su hambre sino saciar el deseo de ser aceptadas; consideran que la comida es un premio, sobre todo si en la infancia los padres se lo enseñaron asi, o si las dejaban sin comer como castigo. Esta actitud puede provocar grandes transtornos alimentarios como anorexia o bulimia.
Hay tres trastornos básicos del comer, o formas de comer que producen algo distinto de un peso y suministro de energía normal.
El primero es la obesidad.
Hay pocas excepciones a la regla, por ejemplo: los físico culturistas y jugadores de fútbol "americano", están 20% más arriba del peso ideal debido a su enorme cantidad de músculos, pero no porque sean obesos.) Tener sobrepeso es más que un problema cosmético; genera una enorme carga psicológica y además, el exceso en 5% o más sobre el peso normal aumenta el riesgo de contraer cáncer, ataques cardiacos, diabetes, trastornos del pulmón, gota y artritis.
A la inversa, hay quienes comen demasiado poco para mantener su peso en lo más bajo deseable. Sufren de un mal conocido como anorexia nerviosa, que solamente en Estados Unidos aflige a una de cada 200 muchachas entre los 12 y 18 años, al igual que a algunos muchachos y gente adulta.
Cualquier clase de acontecimiento estresante parece desencadenar el mal, como por ejemplo: las presiones escolares, el temor a la pubertad, las presiones de los compañeros y los padres, el matrimonio, el divorcio, un nuevo trabajo o el nacimiento de un nuevo bebé.
Casi todos los anoréxicos han tenido sobrepeso en algún momento de sus vidas, e inicialmente pierden peso para volver al ideal. PeroA la inversa, hay quienes comen demasiado poco para mantener su peso en lo más bajo deseable.
Sufren de un mal conocido como anorexia nerviosa, que solamente en Estados Unidos aflige a una de cada 200 muchachas entre los 12 y 18 años, al igual que a algunos muchachos y gente adulta. Cualquier clase de acontecimiento estresante parece desencadenar el mal, como por ejemplo: las presiones escolares, el temor a la pubertad, las presiones de los compañeros y los padres, el matrimonio, el divorcio, un nuevo trabajo o el nacimiento de un nuevo bebé.
Casi todos los anoréxicos han tenido sobrepeso en algún momento de sus vidas, e inicialmente pierden peso para volver al ideal. Pero la reducción de peso se vuelve para ellos una obsesión y viven con el temor total de recuperar algo del peso perdido.
El que hace la dieta puede llegar a extremos tales como los de algunos anoréxicos que han llegado a pesar apenas 32 kilos, aproximadamente. Algunos llegan incluso a morir, cuando no reciben ayuda profesional oportuna.
Por último se encuentra la bulimia, en la que la persona padece de incontrolables accesos de comer seguidos de purga autoinducida (mediante vómitos o usando laxantes). Obsesionados por estar delgados y no ganar peso, los bulímicos observan prolongadas dietas, practican ejercicios con exceso y toman píldoras para dieta con el ánimo de frenar cualesquiera posibles ganancias en peso resultado de sus comilonas.
Casi todos los bulímicos son mujeres solteras con educación universitaria o equivalente cuyas edades fluctúan entre los 20 y los 25 años, aunque no faltan quienes son mayores y, también más jóvenes, hombres o mujeres.
Como Controlar el APETITO
Claramente, el control del apetito y peso corporal es algo muy complejo. Hay una serie bastante grande de factores que afectan directamente el funcionamiento del hipotálamo y, en consecuencia, influyen en nuestras sensaciones de hambre o saciedad. Además, el gusto, el olfato y otros factores ambientales como los anuncios propagandísticos de comida influyen en cierta medida en lo que comemos y en qué cantidad lo hacemos.
Es claro que el control de peso no es nada más cuestión de "fuerza de voluntad" o de hábitos alimenticios deficientes. Es, en gran medida, parte del dominio del hipotálamo, pero ¿podemos hacer algo al respecto?
Tal vez haya visto "auxiliares" para la dieta de venta en el mercado, o sea, productos que se supone controlan el apetito; pero ¿cuál es precisamente la teoría que respalda a esos productos? La siguiente: cuando el estómago está gravemente distendido, como sucede cuando se ingiere comida en abundancia, las paredes distendidas envían mensajes al hipo tálamo avisando que hay saciedad, pero este mecanismo no opera a menos que el estómago esté tan lleno que uno se sienta incómodo.
De aquí que los supresores de apetito existentes en el mercado consistan principalmente en fibra no digerible. Cuando se ingieren, dichos productos (que contienen pectina o goma de agar) se hinchan cuando absorben agua del estomago, distendiéndolo.
En menores cantidades, estas mismas sustancias pueden provocar sensaciones de saciedad en el intestino. Los productos que. Contienen celulosa, salvado u otros tipos de fibras son bastante menos eficaces, ya que no absorben demasiada agua.
TRATAMIENTO DE UN TRASTORNO ALlMENTARIO
Aunque no hay soluciones instantáneas, podemos mantenernos en el peso ideal ingiriendo alimentos balanceados, haciendo ejercicios regulares y reconociendo cuándo tenemos un problema de peso, de modo que podamos ajustar nuestros hábitos de comer para corregido.
Si usted tiene sobrepeso, lo anterior quiere decir que debe comer porciones menores, reducir el número de bocadillos que tome entre comidas y aumentar la cantidad de ejercicios que realiza en una semana (se recomienda al menos media hora tres veces a la semana, aunque primero debe consultar a su médico antes de iniciar,cualquier tipo de programa de ejercicios extenuantes).
Si usted está a dieta, siempre debe aspirar a una pérdida de peso que no exceda ni sea menor a medio kilo o un kilo entero por semana. No es prudente seguir una dieta explosiva, ya que usualmente estos programas no están basados en información nutricional sólida ni quitan permanentemente el peso. También pueden provocar deficiencias en los nutrientes vitales, induciendo así severos problemas desalud.
Actualmente no hay cura contra la anorexia nerviosa o la bulimia. Generalmente estos pacientes deben ser hospitalizados, de modo que se les pueda alimentar a la fuerza en caso de ser necesario; también pueden recibir psicoterapia intensiva y, a veces, ser tratados con medicamentos antidepresivos. En el futuro, sin embargo, la manipulación de los niveles elevados de hormonas de estos pacientes, así como de los obesos, puede conducir a distintas opciones de tratamiento.